miércoles, 9 de febrero de 2011

Lenguas de gato y lenguas de trapo

Una de las ideas más perfiladas que he obtenido en mis devaneos por Twitter, Blogger, Wordpress y otros antros de perdición virtual, es que nuestro ser creativo está encogido, reducido a lo verbal y escrito (“y” lógico: de lo verbal, solo lo escrito).

Si pudiéramos hablar de la competencia comunicativa como de un plano, con dos ejes de coordenadas, tendríamos en uno de ellos las distintas formas de expresión (verbal, musical, plástica, numérica, escénica, corporal) del pensamiento, de las emociones, de la experiencia, de las ideas… y en el otro eje, las formas de comunicación: escribir, recitar, conferenciar, tocar las castañuelas, hacer fotos,imitar, bailar, grabar…

Sobre este plano podríamos levantar el eje de las herramientas, las que permiten utilizar cada vía de expresión, de forma aislada, o mezcladas entre sí… Con estas herramientas, conseguimos aprender a hacer, a disfrutar de lo que hacen otros, a compartir…

A veces, las herramientas 2.0 son excusas perfectas para aprender a hacer cosas nuevas, o las mismas cosas de manera diferente. Y a veces, estorban. Como dice el clarividente Néstor Alonso, lo importante de las herramientas 2.0 es que posibilitan trabajar con intensidad en la adquisición de la competencia comunicativa a través de todas nuestras capacidades, sin olvidar ninguna. Nos permiten repensar acerca de lo que hay que aprender. Nos permiten superar el modelo “solo texto”

Pero vosotras y vosotros ya lo sabías, ¿verdad?

Pues ahora lo he aprendido yo :D

PD. La creatividad de las personas se puede volcar en todas y cada una de las actividades que realizamos. ¿Cómo hemos conseguido, como especie, que la formalización de los conocimientos – descubiertos, construidos en el más puro uso de nuestra imaginación y creatividad humanas – se utilice sepultando esta característica tan nuestra?¿Cómo seguiremos creando y descubriendo si nadie nos enseña y nos ayuda a desarrollar esta capacidad? Exactamente, ¿qué estamos haciendo?

(la foto es de aquí)

2 comentarios:

  1. No te falta razón: La creatividad es y debe ser poliédrica y debe hacer acto de presencia en nuestra vida cotidiana. Tenemos el deber de ser creativos, en nuestras relaciones, en la educación, en la resolución de problemas y por supuesto, a través de la expresión artística.
    Viendo y pensando sobre la foto del post: Todo el mundo puede crear arte de calidad si se dan las condiciones adecuadas, hasta los niños. Mi hijo participó el año pasado en esta bonita experiencia que tuve la suerte de ver, seguir y registrar en este vídeo:
    Iniciarte: talleres de creación contemporánnea para niñ@s
    Las imágenEs lo dicen todo:JUGAR, SENTIR, CREAR
    un saludo comanche ;-))

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  2. Sin duda las redes sociales no son buenas o males, es el uso lo que importa. Compartir y comunicar son dos grandes palabras sobre las que debería descansar la educación -la de todos, educadores,educandos, padres o sociedad- Interactuar con los mismos intereses es mágico...Si además hubiera respuesta institucional, sería el paraíso. Hemos empezado abriendo las puertas de nuestras aulas y algunos, también como tú, las de su corazón de maestra. ¡Qué bien escribes María! Un abrazo, Mila

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