lunes, 29 de noviembre de 2010

Sobre semáforos y otras señales

Hace tiempo que quiero escribir esta historia sobre regulación propia o externa.

Para llegar a trabajar, tengo que atravesar cada día una calle con relativamente poco tráfico, pero con dos carriles por sentido. La calle empieza/acaba en una rotonda, por la que se circula a lo pamplonés (yo me tiro, porque voy deprisa y me da tiempo a pasar delante). Las velocidades por encima del límite están garantizadas: yo también la transito como conductora, y hay que empeñarse en ir a menos de 50 Km/h por la vía de permanecer en segunda.

Cruzar esa calle ha sido siempre un peligro porque los conductores y conductoras olvidamos que el mundo exterior –- al vehículo -- está poblado de peatones que se rompen con el impacto a alta velocidad. Así que las autoridades municipales han decidido poner un semáforo, de estos de pulsar para que cambie. Donde antes había un paso de cebra, en el que esperabas hasta hacerte vieja a que alguien parase, o a que dejasen de pasar coches, ahora hay un semáforo que se pone verde para el peatón (y rojo para el coche) en 5 segundos. Cuando terminas de atravesar la calle, hay entre 5 y 15 coches parados en un semáforo, y nadie cruzando.

Ahora, las personas peatonales podemos cruzar sin temor a que nos atropellen. Pero, al menos para mí, es una gran vergüenza colectiva que haya que poner unas lucecitas de colores para recordar a las personas conductoras lo que deben hacer… Cada vez que cruzo esta calle (o sea, al menos una vez al día) hago esta reflexión, pongo los pies en la tierra sobre la condición humana.

En uno de esos absurdos texto que se leen para preparar igualmente absurdos exámenes de inglés, encontré unas referencias a un arquitecto holandés, Hans Monderman, ingeniero de tráfico y responsable de la organización del tráfico en la ciudad de Drachten, NL. La base de su trabajo es la autorregulación del comportamiento: mantiene que cuando hay peligro, la gente se ocupa de estar vigilante. Defiende la ausencia de señalización para mantener el estado de alerta durante la conducción, y afirma que el porcentaje de conductores irresponsables es un invariante Hay una interesante serie de 10 videos en Youtube, en la que explica todo el sistema de Drachten. Aquí os dejo otro más, muy breve, para que os hagáis una idea de lo que es el tráfico orgánico.

Desde mi punto de vista, el coste de la regulación externa es muy elevado, para el conjunto de la sociedad, y para los propios regulados. Es como arrebatarnos la mayoría de edad…

En Gmail, han habilitado estos puntitos rojos, verdes y amarillos que señalan el estado de disponibilidad de los contactos, lo que ha reavivado mi deseo de compartir la idea que hay detrás de este post. Entre mis contactos hay muchos puntos verdes a lo largo del día, pero esa disponibilidad para la conversación no es necesariamente un mensaje hacia toda persona con la que alguna vez cruzaron un correo electrónico. Hay que interpretar, leer entre líneas, ser prudente. Hay que aprender a regular los impulsos, a posponer las recompensas, a mirar a lo lejos y a ver venir.

Ese aprendizaje no se produce si no existe cancha en la que practicar.

Y la escuela es una cancha más.

domingo, 28 de noviembre de 2010

La violencia: ese abuso de poder del fuerte sobre el débil

Tenía pendiente contribuir con mi entrada a la demostración de “fuerza” en el día contra la violencia que llamamos “de género”. Para mí, como mujer, es uno de los tipos más dolorosos de abuso de poder, porque está basado en una característica de los varones de nuestra especie que es su mayor fortaleza física, y la posición social de dominio en que esta les ha colocado. Los hombres tienen una posición de poder sobre las mujeres consolidada desde la antigüedad y basada en el miedo: a la autonomía, al desprecio, a la pobreza, al dolor, a la soledad, al aislamiento, a la incomprensión… El miedo, y lo mismo daría tenérselo a un rinoceronte…

Muchos hombres han superado este modelo, que yo llamaría “de homínido”, o “de primate con habla”, y aunque conserven resquicios de un interesado machismo que les hace la vida más fácil, no torturan ni amenazan a sus parejas. Muchas mujeres han superado este modelo, que yo llamaría de “recolectora-reproductora”, y pese a que trabajan el doble que sus parejas, no tolerarían ni un asomo de violencia, ni una insinuación de alarde de poderío,

Seguramente es aventurado decir esto, pero no creo que la violencia “de género” esté basada en convicciones, sino en la falta de control de las propias emociones. Por el contrario, acabar con este tipo de violencia (como con los demás tipos) está MUY vinculado a las convicciones. Creo que solo desde la convicción de que la violencia no es camino hacia ningún lugar donde deseemos estar podremos conseguir, entre todas y todos, erradicar este nefasto recuerdo de nuestro paso por las cavernas.

Por eso quiero hacer un pequeño homenaje a mi amiga Estrella, @starpy, y a su Tribu de Fuenlabrada, por el trabajo que han hecho para recordar a tantas mujeres maltratadas, para que no olvidemos por donde se empieza y cómo se acaba, y para que llamemos a las cosas por su nombre. Lo podéis ver aquí:

http://latribudepcpi.blogspot.com/2010/11/25de-noviembre-dia-internacional-contra.html

Si hablamos de ello, si lo pensamos, si no volvemos la cabeza, si abrimos los ojos ante lo que está pasando, entonces tendremos en nuestras manos el poder de cambiarlo.

Tomo también prestado de su post el vídeo “El cuento de hadas”, que me ha puesto la carne de gallina.

Y por último, quiero dar las gracias especialmente a Miguel, Pablo, Miriam, Celia y Arancha por sus estremecedoras descripciones. Bravo. Bravo. Bravo.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Sobre evaluación… ¿de quién?

Ayer vinieron las notas de mi hija. Está en 2º de Bachiller. Una suspensa: 4 en teoría y 10 en problemas… pero no hay media que valga. No importa. Importa el comentario del profesor en el boletín: “No ha estudiado la teoría”. Llevo horas pensado en una respuesta (por la cosa de que la bidireccionalidad no se limite a firmar el recibí) pero desisto, porque solo se me ocurren bordeces.

Este profesor me dio unas horas de clase en el CAP, y fue muy, muy interesante. Sé que con los chavales y chavalas es bastante comunicativo, al menos en lo relativo a los contenidos de la asignatura. Así que tengo doble decepción: no veo la utilidad de un comentario así, y además, no me lo esperaba viniendo de esta persona. Hasta el profesorado más innovador lleva una mochila cargada de malas costumbres, y tiene muuuucho que desaprender.

Esto es solo una entradilla a otro asunto más jugoso. En la entrega de boletines (uso palabras de mi hija) ”el tutor nos han soltado el rollo de todos los años: vaya decepción, creíamos que erais un grupo muy bueno, y los resultados dejan mucho que desear, este año no os podéis dormir en los laureles - y bla,bla, bla”

Como la veo un poco desanimada, se me ocurre una idea de esas que mi progenie llama “de bombero”. Al final del próximo trimestre harán la fiesta de graduación (sobre eso, ya escribiré un post, ya), y andan buscando material para sus monólogos y diálogos actuados, al modo de la entrega de los Goya.

Le propongo que utilicen ese discurso (el de las expectativas defraudadas) pero invirtiendo los papeles; que se dirijan a los profesores y profesoras del curso en los mismos términos, tratando de dar un tono jovial o jocoso al discurso, para que quede impune, como las parodias que todos los años se hacen de uno u otro docente… ¿Os lo imagináis?

“En este acto, queríamos deciros que, aunque teníamos unas expectativas muy altas sobre el grupo de docentes que se ocupa de 2º de Bachiller, nuestra decepción ha sido tremenda. Hemos pasado 5 años en este instituto, este es el 6º, y pensábamos que lo mejor se reservaba para el final… Nuestra sorpresa ha sido mayúscula. Durante estos dos trimestres, habéis trabajado poco, o eso es lo que se aprecia, puesto que los comentarios de texto, las hojas de problemas, incluso las clases, son los mismos que los del año pasado, tanto si funcionaron como si no. Las actividades siguen siendo las mismas, pese a que el año pasado el 20% del alumnado no obtuvo el título y no pudo presentarse a las PAU. En la Junta de Evaluación hemos valorado muy negativamente este hecho, y creemos que, si queréis acabar bien el curso, tendréis que hacer un gran esfuerzo. Ya tenéis edad para controlar vuestro propio trabajo, tanto en calidad como en cantidad. Esperamos que a lo largo del trimestre consigáis remontar desde el punto en el que estáis ahora mismo”

¿Suena fuerte?¿Y si se plantea este discurso hacia el alumnado, no es igual de fuerte? A mí me dan ganas de echarme a llorar, vamos.

Sin embargo, es posible que algunos y algunas recojan el mensaje, la idea de que ese continuo acoso y derribo no pasa desapercibido, es doloroso, y no persigue objetivo alguno; solo es el resultado de una terrible inercia, que lleva a comunicar, sobre todo, acerca de lo que no es adecuado o correcto, y obviando felicitar por lo que sí lo es. Qué amargura. Qué tristeza. Qué ranciedumbre. Ojalá, ojalá que, ese día, alguien recoja el mensaje, una persona más que se sume a las filas de los que creemos que el aprendizaje es más eficiente si se produce en un ambiente positivo.

En fin, que yo quería hacer un post divertido, y al final me puede mi corazón protestón.

Gracias a todos y todas las que ayudáis a este alumnado a mantenerse a flote. Yo sé que estáis ahí (ellos y ellas también lo saben) aunque sea mucho más difícil ver vuestro trabajo en el día a día. Gracias.

La foto de aquí http://www.flickr.com/photos/gracefamily/3847102600/

martes, 23 de noviembre de 2010

Y yo… ¿estuve en el EBE10?

Es una pregunta seria. Llevaba un año (¡un año!) deseando que llegase, dos meses con la reserva de hotel hecha, la cabeza llena de expectativas… y cuando tuve el programa entre mis manos lo vi claramente: yo no voy al EBE, voy a Sevilla a ver que se cuece, a oxigenarme, y a llenar la mochila de ideas y afectos para pasar el invierno lo mejor posible.

Conocí a un montón de personas entregadas y sonrientes, dispuestas a disfrutar de su trabajo y de su vida, abiertas a los cambios, a las propuestas nuevas, propensas a dejarse el tiempo y el dinero en aprender y en compartir con sus iguales lo que aprenden… Conocí a @miguel__rosa, a @antosevi, a @mariabarcelo, a @anaecharric, a @pily, a @peralias, a @jochimet, a @fjrosac, a @juanmadiaz, a @jborrego, a @guitomares, a @rosainf, a @pacoxxi, @ManuElPielRoja, @ManelRives, @flosflorum… Tomamos cervezas y pinchos varios, paseamos por la Alameda, y charlamos, charlamos, y charlamos sin parar (bueno, para reírnos y beber y comer sí que parábamos). Las horas de conversación con muchas de estas personas no pueden ser sustituidas (ni de lejos) por ninguna conferencia ni mesa redonda, no importa lo lista o graciosa que sea la ponente (o el ponente).

Superproducción de @antosevi

Me encantó ver en su salsa a la siguiente generación: @raulalgo, @elfregonero… aunque faltaba mi querida @_ArwenUndomiel, que hubiera disfrutado lo que no está escrito.

Eché de menos hacer unas risas con @eraser, en eso la fortuna no nos sonrió, pero me llevé mi disco de More Hispano con dedicatoria original in situ de @vicenteparrilla.

Saludar a @pazgarde y @turistaentupelo, tuiteros cordiales y conversadores, a los que leo con placer dentro y fuera de Twitter, compartir montaítos con @Kurioso y copas con @wicho, escuchar al apasionado @lagamez hablando de ciencia y no-ciencia, dar recuerdos a @jagelado y volver a saludar a @rafaosuna, como madre de tuitera ex-podcastera… todo ello ocurrió cerca del EBE, incluso dentro, sí, y no estuvo mal, no…

También vi de lejos y de cerca a emblemáticos personajes más o menos de mi devoción, @gurusos y @gurusas varios, pero hace tiempo que esto no me emociona (salvedad hecha, naturalmente, de Sting).

Tuve ocasión de escuchar algunas cosas interesantes, y otras extraordinarias, contadas extraordinariamente, como la sencilla y aplastante charla de @dreig, llena de ideas nuevas para mí, hiladas de manera inteligente y atrevida, o la divertida puesta en escena de @pjorge sobre LOST, fenómeno que me resulta tan extraño como ajeno.

También esperé, y perdí la esperanza, de conocer esta vez a varios de mis caballeros tuiteantes: @onio72, @anibaldelatorre, @juanjomunoz, @jrfern, @JavierGValdivia, @fergar9… mantengo la convicción de que no son bots, pero no sé cuánto me durará…

Menos mal que estaba, para compensar cualquier sinsabor, mi verdadero amor tuitero, @nololamento. Y perdonadme que lo diga así, sin pelos en la lengua, pero tratándose de ella, no se me ocurre mejor manera de decirlo. Cuando sea mayor… ah, que no, que eso YA es un hecho…

Tal vez el EBE no sea nada más que eso (y nada menos): disfrutar por fin de la compañía de aquellas y aquellos con los que tienes tanto en común, despellejar a los y las que no te hacen gracia, escuchar propuestas interesantes, chorradas y lugares comunes, y hacerse una foto de familia para redondear la estancia.

En ese caso, yo sí estuve en el EBE10 ¡Vaya si estuve!

lunes, 15 de noviembre de 2010

Lo que pudo ser... y fue... #quedadamadrid

No es el mejor momento para escribir este post, pero no quiero perder la ocasión de contribuir a esta lluvia de posts post-quedada. No voy a contar lo que ya habéis contado otros tan bien, con tanto sentimiento y frescura. Contaré los pequeños o grandes detalles que me emocionaron, que me hicieron vibrar, que me cautivaron o me entristecieron

(y espero que nadie se moleste, o se sienta expuesto en exceso)

- la voz grave de @flosflorum

- el acento cantarín de @larita20 y @carlitos_baiz, y el hablar castizo de @rakytran

- el reencuentro con @mcrueda y @gregoriotoribio

- abrazar a @aidaivars y a @vimpela

- bromear con el “tímido” @bernabe (jo, y los tweeties artesanos...)

- conversar, discutir y flipar con @jlcastilloch

- la presencia de @cpaez01 y su compañera

- el aguante y la paciencia de "las de Bilbao y alrededores rurales": @lavirto, @alaznez y Agurtzane (@aaramburu?), que menuda chapa les di...

- el privilegio de compartir con @isabel_ruiz,

- la increíble conversación con @chelucana y @yalocin

- la sonrisa de @jmonteo

- el humor de @Allthose y @vcuevas

- los ojos de @nuskavita

- el tamaño de @juanigncastro, @juancarikt y @cpaez01

- compartir postre de yogur de limón, cuchara en mano, con @yolajb y @jlcastilloch

- la recientísima paternidad de @Jorge_G_Garcia

- las horas de entusiasta conversación entre @aidaivars, @mjrubia y @jlcastilloch

- la firmeza de la tierra que pisa @starpy

- el entusiasmo y autenticidad de @yolajb, y el color su cielo

- el pelo de @fernandocheca

- la juventud de @vimpela, @lauracanocano, @albonube­_ , @cpoyatos, @aidaivars…

- la conversación fácil y directa con @jivagos

- @similiki y @juancarikt

- la sensación de estar en casa, entre amigos

- @palomapat, su tono de voz, su forma de expresarse… en solo unas palabras conquistó mi corazón

- la falta de tiempo para compartir un buen rato de conversación con todos y todas

- la ausencia de los y las que no estuvieron

- la certeza de que si me dejo a alguien me lo dirá en los comentarios para que enmiende mi error

-…y mi afonía

Sois lo más. Qué suerte la de teneros cerca (a unos pocos tweets de distancia). Besos y abrazos.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Por fin, QUEDADA EN MADRID



Este verano hice miles de kilómetros para quitarme de encima el peso muerto de estudiar oposiciones durante un año entero, y visitar lugares llenos de tuiteros. Se me oxigenó la cabeza, y por supuesto, el corazón. Pero no pude disfrutarlo tanto como habría querido, seguramente porque a la mayoría de las personas con las que me encontré las conocía poco aún, y mi timidez natural (que reservo enteramente para la vida 1.0) no me dejó.

Pese a todo, mi alma aventurera e intrépida me arrastró a bailar la polka en Avilés, a un pueblo perdido en Burgos a saludar a mi conciencia activista, y por fin a la Herradura, donde se organizó un pequeño encuentro con grandes personas (que a la sazón, tenían twitter).

Así que ya sé cómo de bien se siente una cuando se encuentra ¡por fin! con esas raras aves con las que cada día y cada noche comparte un rato de conversación, de bromas o de inquietudes, de ideas o experiencias... Una se siente MUY BIEN.

Solo espero disfrutar de este encuentro tan largamente deseado, por mí, y creo que por todos y todas las que acudiremos.

Sin embargo, echaré de menos a tanta otra gente que no estará...

¡No queda nada, gente, no queda nada!


(la foto es de aquí)



martes, 2 de noviembre de 2010

Una historia de amor...



Una historia de amor es como un edificio.

Al principio, cuando se entrega la obra, está flamante, limpio, cada elemento funciona, las puertas y ventanas encajan, aunque a veces es necesario hacer pequeños ajustes.

Cada propietario toma posesión de su espacio, y lo adapta a su gusto: lo hace más o menos bello, más o menos funcional, lo utiliza más o menos... Lo llena de cachivaches inútiles o lo amuebla con lo imprescindible. Esa fase es intensa, porque se construye y se planifica sin descanso.

Pasado ese primer tiempo de creación y adaptación, y si la construcción es de buena calidad, los habitantes del edificio simplemente lo viven y, si son considerados o responsables o previsores, lo cuidan. Cada año que pasa, se encuentran más cómodos, más en su casa. Es una etapa de tranquilidad, casi no hay que ocuparse de nada, porque cada elemento está en su período de funcionamiento óptimo.

Pero poco a poco, aparecen los primeros fallos... un grifo que gotea, una grieta en la pared, una ventana que no cierra bien, una puerta que hace ruido... Cada propietario tendrá su propio criterio para invertir más o menos esfuerzo, tiempo, dinero en reparar los pequeños desperfectos, que a medida que pasa el tiempo, van siendo de mayor envergadura...

Unas viviendas se deterioran más que otras, y la fachada del edificio presenta generalmente el mismo aspecto que la mayoría de las casas que contiene... Van apareciendo desconchones en las paredes, algún cable se descuelga, las bajantes y los canalones pierden lustre, incluso se desconectan... Pero si se van tomando las medidas adecuadas, si se van reparando los desperfectos a tiempo, si no se posponen las decisiones relativas a su cuidado, si no se escatiman medios, el edificio envejecerá dignamente, protegiendo del frío y de la lluvia, y de la hostilidad del exterior a las personas que lo habitan.

Por el contrario, si se acumulan los rotos y las disfunciones, si nadie se ocupa ya de apretar los tornillos que han quedado flojos con el uso o con el paso del tiempo, si la pintura pierde su color y se cae a trozos el estuco, pero nadie llama a los pintores, el edificio pierde su cualidad de refugio, de hogar, y perderá también a sus inquilinos. Irá, lentamente, desmoronándose, para acabar siendo una ruina deshabitada.

Si la construcción es buena, como dije, esto ocurrirá más tarde que temprano, pero ocurrirá igual.

Sí... una historia de amor es como un edificio.

(la foto se titula "de Raad, backside demolition", de docman)

lunes, 1 de noviembre de 2010

Para la libertad... ponerse las pilas


Si yo hubiera ido a este concierto, me habrían durado las fuerzas años...

Me parece perfecto como "alcaselser" para la resaca del homenaje de ayer: ¡adelante, adelante, adelante!